AULA MAGNA “S.M. LA EMPERATRIZ MICHIKO”
CENTRO CULTURAL HISPANO-JAPONÉS
HORARIO: DE 10:00 A 13:45 Y DE 17 A 20:45 H. LUNES A VIERNES.
Ikella Alonso (Madrid, 1971) es un pintor formado en la cercanía de la obra de Manolo Quejido. Junto a otros numerosos artistas compartió taller y estudio en el Almazén de la Nave, un espacio expositivo y cultural organizado por Manolo Quejido en Madrid, en los años noventa. De Quejido aprendió la obsesión por la pintura, su carácter eminentemente conceptual y la seriedad que otorga el trabajar en series.
A pesar de su relativa juventud ha realizado ya alguna exposición retrospectiva, como la presentada en el espacio O’Lumen de Madrid en 2019. Ha expuesto con regularidad en galerías como Evelyn Botella de Madrid, en espacios culturales como La Empírica de Granada, e incluso en una actividad pedagógica muy interesante, en el Centro Penitenciario de Navalcarnero. Actualmente colabora con la galería Saisho Art de Madrid.
Por mundo flotante entiende el mundo nocturno del placer, el ocio y la embriaguez, que constituía el fondo de muchos de los cuadros de los pintores japoneses del primer tercio del siglo XX. Y también entiende el espacio físico, geográfico, de las islas que conforman el Japón. Dos mundos flotantes: el del mapa y el de los sentidos.
Esta serie consta de 43 cuadros que recorren la historia de la pintura japonesa, desde el siglo XVI al siglo XX. Son paisajes vistos desde satélite. Paisajes seleccionados a partir de los lugares de nacimiento de los pintores escogidos.
Los mapas son planos. Representan el espacio sobre dos dimensiones. Dibujos, líneas continuas que serpentean el terreno. El artista evita sin embargo las ciudades, con su estructura de cuadrículas, sacadas con escuadra y cartabón. Se fija más bien en la proximidad de los campos, en las tierras de cultivo, en montañas, ríos y caminos. Se sirve para ello de herramientas de búsqueda de imágenes, como Google Earth.